sábado, 28 de marzo de 2015

Cuadro diferencial "perspectivas de la cultura"


PERSPECTIVAS DE LA CULTURA
NUEVAS PERSPECTIVAS DESDE LA ANTROPOLOGÍA

Desde la concepción de cultura propuesta por Tylor se ha evolucionado mucho y aunque no se ha llegado a una definición universal, hoy en día es evidente que la cultura tiene un carácter polisémico y abarca muchas dimensiones y realidades humanas. En este apartado se pretende dar una mirada general desde la antropología a las diversas formas como se ha leído la cultura desde enfoques tradicionales y algunas propuestas novedosas.

Por: José Daniel Cáceres

DESDE LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL

La cultura como una “construcción” es la que resulta de la interacción social de los seres humanos en un tiempo, espacio y lugar determinados y es construida por la acción social en la cotidianidad en la relación dialéctica transformadora de realidades.
Esta construcción social da sentido colectivo de ser y estar en el mundo y en la vida, por medio de manifestaciones compartidas, transferibles que unen, identifican y modulan el comportamiento social.
La cultura se construye en comunidad y esta a su vez es creada por la cultura, así la interacción es dinámica, y en constante cambio y transformación.
Por: Marcela Garzón Ramírez.

PERSPECTIVA COGNITIVA



(José Daniel Cáceres)
PERSPECTIVAS UNIVERSALISTAS




(Gina López)
LA CULTURA POLÍTICA




(G Forero)
CULTURA DE EMPRESA O CULTURA ORGANIZACIONAL


(G. Forero)
LA CULTURA COMO CONDUCTA APRENDIDA

(Gina López)
LA CULTURA COMO CONDUCTA COMPARTIDA

(Lina Montoya)
SUBCULTURA



(Marcela Garzón Ramírez)
Esta perspectiva considera a la cultura como el cultivo del espíritu, el cual solo alcanzan las sociedades que están en la cima de la civilización.

Sugiere que las sociedades que no son dominantes, intelectuales o carecen de instrucción no tienen cultura. 

Según esta visión la cultura solo se da en la academia, la escuela, la universidad, los museos, etc. La cultura la hacen los intelectuales, los escritores, los artistas, la élite.

Esta percepción es elitista, fragmentaria y discriminatoria y reduce la cultura hasta el punto de verla como la ocupación del tiempo libre o el entretenimiento de algunos.

Claramente es una concepción errada de la cultura pero sigue siendo muy difundida en los medios de información e incluso en las instituciones de educación.
La perspectiva universalista generaliza cualquier actitud repetitiva en cultura, bien sea positivista o negativa,


Existen muchas costumbres que son compartidas por varios grupos sociales, y estas al volverse costumbre son relacionadas automáticamente como cultura sin discriminar su contenido y promulgando su difusión, lo cual nos lleva a caer en un grave error ya que la cultura debe ir ligada propiamente al progreso de una sociedad como una fuerza transformadora que permite la construcción de su propia historia.

Esta postura reduce la cultura a una “moral universal” que opaca todas sus características y aspectos propios, y la asocia con expresiones universalizantes y homogéneas que le hacen perder su verdadero significado y su papel en el desarrollo humano.



La cultura política se utiliza desde un concepto de universalidad que a su vez es equivoco, pues no existe en ninguna sociedad una cultura política que haya sido sancionada socialmente.


A través de los tiempos se considera cultura política como el producto de la historia colectiva de un sistema político y el resultado de la historia personal de los miembros de dicho sistema (Pye, 1968: 218).

Otras definiciones resaltan más el peso de los valores y las actitudes que son compartidas en el seno de una sociedad y transmitidos de generación en generación (Inglehart, 1991: 5), mientras que otras definiciones, en lugar de considerar los valores, insisten en el conjunto de “creencias” compartidas que tienen consecuencias políticas (Lane, 1992) 7 o que legitiman determinadas prácticas sociales (Wildavsky, 1987).

Hoy nos encargamos que se respire el concepto de cultura organizacional, como la formación de valores en cada uno de los obreros o empleados de las empresas, con el objetivo de aumentar la productividad y rendimiento, concepto válido en el ejercicio de la administración pero sesgado desde el punto de crear generalidad.
Parte de la formulación aprendida de Taylor, la cual relacionaba la cultura con los hábitos aprendidos desde cada entorno o grupo social.

Hoijer asegura que la cultura se hereda socialmente. Dice que ésta es transmitida por medio de la interacción social, la cual se expresa desde los principios del ser humano, según varios antropólogos desde antes de nacer.

Como seres sociales dependemos del otro para el aprendizaje, pero esto no basta para que exista cultura, también es necesario crear para lograr una diferencia entre el ser humano y las otras especies.

Según varios representantes existe un aprendizaje individual situacional, un aprendizaje social situacional, y un aprendizaje cultural, éste último exclusivo de la raza humana.



La cultura es una conducta compartida, ya sea en su forma de pensar o actuar.

La cultura debe ser compartida por los miembros de una determinada sociedad, lo que convierte los significados de dicha conducta en comunes para los integrantes de la misma, quienes deben conocerlos y compartir dichos significados en la cotidianidad socio cultural.

Si expresamos que la cultura es una conducta compartida, esto no quiere decir que todos sus aspectos son compartidos por igual entre los miembros de una sociedad, sería imposible encontrar un solo rasgo cultural que sea compartido por la totalidad de los miembros, por el contrario, la realidad de las culturas muestra que se dan aspectos muy particulares y específicos de una cultura que son compartidos en forma exclusiva por determinados miembros de dicha sociedad.
La subcultura refiere a aquellas diferencias de sentido en un grupo social que está inscrito en una cultura global que establecen sus propios significados y significantes, estos pueden de ser de corte religioso, político, económico, de género, etc. 
Las subculturas reivindican el sentido diferente y propio de la vida, de las creencias, de los símbolos y los rituales que le son propios a un grupo social y que difieren de la cultura dominante. No se trata de marginalidad sino que al contrario permite el reconocimiento de la diversidad y de las diferencias que se dan en un mismo espacio tiempo.
Las subculturas plantean símbolos propios que otorgan un sentido especial y único a la existencia, a la realidad, demarcan valores morales y comportamientos propios como las pandillas, las sectas, los grupos juveniles.
Comunidades históricas como pueblos indígenas y negritudes, no hacen parte de una subcultura, sino que han reivindicado su estatus como cultura consolidada, con sus particularidades.

REFERENCIAS

Guerrero, P. (2002) Estrategias para entender la Identidad, la alteridad y la diferencia. “Nuevas Perspectivas” pp 45-58. Consultado en         http://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/10559/La%20cultura%20estrategias%20conceptuales.pdf

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